miércoles, 6 de julio de 2016

Quiten las Piedras

"Las naciones verán tu justicia y todos los reyes tu gloria; recibirás un nombre nuevo, que el Señor mismo te dará. Serás en la mano del Señor como una corona esplendorosa, como una diadema real en la palma de tu Dios! Ya no te llamarán "abandonada" ni a tu tierra la llamarán "desolada" sino que serás llamada "mi deleite" tu tierra se llamará "mi esposa" porque el Señor se deleitará en ti, y tu tierra tendrá esposo. Como un joven se casa con una doncella, así el que te edifica se casará contigo, como un novio se regocija por su novia, así tu Dios se regocijará por ti. Jerusalén sobre tus muros he puesto centinelas que nunca callarán, ni de día ni de noche. 

Ustedes los que invocan al Señor, NO SE DEN DESCANSO, NI TAMPOCO DEJEN DESCANSAR HASTA QUE ESTABLEZCA A JERUSALEN Y LA CONVIERTA EN LA ALABANZA DE LA TIERRA. Por su mano derecha, por su brazo poderoso ha jurado el Señor -nunca más daré a tus enemigos tu grano como alimento, ni se beberá gente extranjera el vino nuevo por el que trabajaste. Alabando al Señor comerán el grano quienes lo hayan cosechado; en los atrios de mi santuario beberán el vino quienes hayan trabajado en la vendimia. Pasen, pasen por las puertas. Preparen el camino para el pueblo. Construyan la carretera! Quitenle todas las piedras! Desplieguen sobre los pueblos la bandera" (Isaías 62:2-10)

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