viernes, 1 de julio de 2016

Las corrientes de agua viva

"EN VERANO Y EN INVIERNO" (Zacarías 14:8)

Las corrientes de agua viva que fluyen de Jerusalén no se secaban por los calores abrasadores del verano ni tampoco se helaban por los fríos vientos del invierno. Los tiempos cambian, y tu también cambias, pero tu Señor permanece siempre siendo el mismo, y las corrientes de su amor son tan profundas, tan amplias y tan completas como siempre. Los calores de las ansiedades de la vida y de las ardientes pruebas nos hacen sentir la necesidad de las refrescantes influencias del río de su gracia. Puedes ir enseguida y saciarte de la inagotable fuente pues sus aguas corren tanto en invierno como en verano. Las fuentes de arriba nunca están escasas de agua y las de abajo no pueden menguar. Elías halló seco el arroyo de Cherit pero Dios seguía siendo el mismo Dios providente. Job dijo que sus hermanos habían mentido como arroyos, pero halló que su Dios era un desbordante río de consolación. El Nilo constituye la gran confianza de Egipto, pero sus inundaciones son variables. Nuestro Señor es siempre el mismo. Ciro desvió el curso del Eufrates para tomar a Babilonia, pero ningún poder humano ni infernal puede desviar la corriente de la gloria y el plan divino. Los cursos de los antiguos ríos se hallaron secos y desolados, pero los ríos que nacen en las montañas de la divina soberanía y del infinito amor de Dios, siempre estarán llenos hasta el borde para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario