Empezar algo que termina diferente de lo esperado, es la prueba del verdadero guerrero que transforma las cosas para la gloria de Dios.
Un camino que Dios nos señala, no implica que no hayan dificultades. De hecho Jesús dijo que tendríamos dificultades, pero que nos alegráramos porque El las había vencido todas.
A veces nos desanimamos porque hemos seguido con certeza un camino indicado por Dios y todo nos sale mal, empezamos a dudar si era de Dios, si escuchamos bien, si tomamos la decisión correcta. Si esta instrucción la recibiste en el altar, confía y sigue adelante. Recuerda que los caminos de Dios son más altos que los nuestros.
No pretendas tener un panorama completo de todo. El Señor quiere que camines por fe y esta es la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve. Si supieras los detalles y vieras todo el panorama no necesitarías fe. Avanza, Dios va contigo.
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