lunes, 11 de julio de 2016

El verdadero ayuno





No se hace para bajar kilos, ni es dejar de comer, castigando el cuerpo. El significado de ayuno es: "dejar de...."
Dejar de odiar para empezar a amar. 
Dejar la ofensa para empezar a perdonar.
Dejar las propias fuerzas para que sea Dios obrando.
Dejar de hablar mal de los demás para empezar a honrar.
Dejar de autojustificarse para empezar a arrepentirse.
Dejar de mirar la paja del ojo ajeno para empezar a sacar la viga del propio
Dejar de manipular las situaciones para que empiece a cumplirse la voluntad de Dios
Dejar de humillar a los demás para empezar a reconocer que no somos nada.
Dejar la indiferencia ante el dolor de los demás para empezar a consolar.
Dejar la insensibilidad con las almas para empezar a llevar salvación
Dejar el protagonismo ministerial para empezar a ser siervos
Dejar de comprar ministerios para empezar a trabajar por el rescate de las almas
Dejar de vanagloriarse para empezar a darle la gloria y la honra al Señor
Dejar de jugar a ser ministros y empezar a preparse para el llamado
Dejar de juzgar el Ministerio que Dios ha dado a alguien para entender que El tiene propósitos y es Soberano para hacer lo que le place.
Dejar el orgullo para empezar a ser humilde
Dejar la inmadurez para empezar a tomar en serio los propósitos
Dejar de cambiar el plan de Dios para empezar a caminar en sus caminos
Dejar de torcer los caminos para empezar a ser discípulo de Dios
Dejar de mentir para empezar a ver la verdad
Dejar de ser tiniebla para empezar a ser luz
Dejar de andar en pensamientos de oscuridad para que empiece a alumbrar el entendimiento.
Dejar de ser "yo" para que Dios empiece a ser El
Dejar de abrir puertas a criterio propio para que empiecen a abrirse las puertas verdaderas Dejar de profanar el nombre de Dios para que empiece el verdadero Evangelio
Dejar de dar mal testimonio para que la gente empiece a enamorarse de Jesús
Dejar de juzgar a los demás para que empiece a manifestarse el amor de Dios
Dejar de maquinar el mal contra otros para que la justicia resplandezca
Dejar de juzgar en otros la obra de Dios para empezar a buscar el propio propósito
Dejar de ser religiosos para empezar a vivir una relación con Dios
Dejar de excusarse siempre con Dios para empezar a tener prioridades
Dejar la mentalidad carnal para empezar a conocer los pensamientos de Dios
Dejar de decir tantas cosas de Dios para empezar a practicarlas
Dejar de creer que si no es por el esfuerzo personal no se hace nada, para empezar a glorificar a Dios
Dejar de vivir por nombres, apellidos, profesiones o dinero, para empezar a ser lo que Dios ha hecho de nosotros
Dejar de andar por títulos, para empezar a ser hijos y siervos verdaderos
Dejar de andar imponiendo autoridad para empezar a responsabilizarse por ella y ganarla
Dejar de exigir respeto para empezar a inspirar ese respeto
Dejar........ de ayunar para torcer la mano de Dios.
El ayuno es espiritual no carnal (Isaías 58)

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