lunes, 18 de julio de 2016

El día de Tú victoria


“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación”. Salmos 24: 3-5

La presencia de Dios, en un momento va a empezar a tocar vidas, a romper cadenas, a obligar a las circunstancias y al infierno a soltar lo que te pertenece por derecho de herencia a ti y a tu familia.

Mientras estaba orando vino junto a mí, y el Señor me dijo: HOY ES UN DÍA DE TU VICTORIA.

Quiero que te enlaces a esa palabra, porque toda verdad de Dios revelada es una materia existente en nuestro mundo para construir, para cambiar, para bendecir, para establecer fundamentos de reino y para traer los hechos del mismo. Hoy es un día tremendo, porque Dios nos sorprenderá con su bendición. Hoy, estamos en el ahora de Dios, hoy es un día tremendo.

Moisés pidió a Dios: “Muéstranos tu gloria Señor, porque si tú no vas conmigo no me saques de aquí”; y la respuesta de Dios viene, y le dice: “¿Sabes una cosa, Moisés? Porque serán cosas tremendas las que yo haré contigo”. Y tengo la convicción en mi espíritu que yo hoy, en el hoy de Dios, en el ahora de Dios, establecemos este día como día tremendo, porque Dios nos sorprenderá con su bendición.

Prepárese porque en un momento Dios se va a mover acá. “Abraham, yo quiero hablar contigo”, le dijo Dios; Génesis 15: 9, “Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también y un palomino”. Dios le dijo a Abraham, quiero que subas al monte y ofrezcas holocausto, dame una ofrenda, dice el Señor, porque quiero hablar contigo. Hoy es un día tremendo, Abraham, hoy es un día tremendo. Yo no sé cuál es tu nombre pero ¡hoy es un día tremendo!  Porque Dios me sorprenderá con su bendición.

Sube al monte Abraham, ¿Quién subirá al monte de Jehová? Salmos 24: 3-5, “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación”. Subiendo al monte, al lugar de la expectativa, al monte de la fe, al lugar de los eventos divinos, al lugar de la respuesta. Estamos en el día de la respuesta, estamos en el monte donde Dios responde, estamos en el sitio donde la gloria de Dios desciende para sorprendernos; porque este pueblo está vivo, deseoso y ansioso, porque la expectativa de este día es: QUE HOY ES UN DÍA TREMENDO. “Abraham sube al monte, quiero hablar contigo”, dijo Dios; y Abraham sube al monte, levanta un altar, prepara un animal, lo coloca sobre el altar, y espera la mañana.

La expectativa de quienes han recibido una revelación, la expectativa de quienes tienen en el campo de su espíritu una semilla de una verdad revelada, la expectativa de quienes saben que el Dios que creemos es un Dios que ha determinado hacer en tu vida; como dice, Isaías 14: 27, “Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder? ¡Cuando Dios determino hacer ¿quién podrá impedirlo?! Los días son determinados ¡este día! Por eso Jesús habló de la dimensión de la eternidad en los tiempos, cuando el Kairos de Dios irrumpe el Cronos del hombre, irrumpe la eternidad de Dios presente.

Jesús dijo: “Abraham vio este día y se gozó”. ¡Este es un día para ungir! ¡Este es un día para liberar! ¡Este es un día para bendición! ¡Este es un día para restaurar! ¡Este es un día para cambiar! ¡Este es un día para abrir los tesoros de Dios para tu vida! ¡Este es un día de gloria! Diga: YO VI ESTE DÍA. Porque cuando se cumplió el tiempo, lo que había de venir vino, el Salvador del mundo aparece; cuando se cumplió el tiempo y cuando nace lo que tiene que nacer, Satanás lo persigue, pero no lo puede matar, porque hay una señal de vida hasta cumplir su propósito.

Hay una bendición para Usted marcada que Satanás no la puede matar, hay un propósito en Usted señalado que Satanás no lo puede matar.
Por eso cuando Dios determina, dice Isaías 14: 27, ¿quién lo impedirá?

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