Activó un milagro

Números 16: 41-50 y 17: 1-11

La vara de Aarón estaba seca, pero su fidelidad al cumplir lo que Dios le había mandado a hacer, activó un milagro. Una vara seca, desgajada, reverdeció, le salieron flores, tuvo frutos; esto sucedió ante los ojos de todos y en una noche.

Este es un tiempo de recompensa, estás entrando al tiempo donde el Señor te dice: te esforzaste por cumplir mi plan, te mantuviste en mi propósito a pesar de los ataques. Has perseverado en medio de la tormenta. Has sido valiente para seguir. Te has mantenido en medio de los leones y sobreviviste al fuego. Por eso es el tiempo de que lo que estaba seco florezca, lo que estaba muerto, reviva. Lo que es imposible suceda. Ante los ojos de los demás te honraré y les mostraré quien es quien, quien eres para mí. Verán que soy tu Dios y que eres mi escogid@. Te reverdeceré y te daré fruto. Ante tus enemigos mostraré mi gloria. Serviré banquete delante de tus angustiadores. Y lo que sucederá será tan impredecible e imposible para los hombres, que definitivamente dirán que yo estoy contigo, que estoy peleando por ti y que te estoy honrando.

Ha llegado el tiempo de la recompensa. El tiempo de que recojas el fruto de tu fidelidad. El tiempo de que veas y vivas en tu experiencia, que lo que el enemigo secó o mató para agredirte, destruirte, para dañarte, para detenerte, ahora revive, retoña y tiene frutos. Te acostarás y al levantarte verás todo esto. En una noche cambiaré tu vida, aceleraré los tiempos para que sucedan los procesos, porque para mi mil días pueden ser un día. Las lógicas, las estadísticas o lo natural no se interpondrá para que suceda. Aún hasta los principios naturales serán modificados para que se cumpla mi palabra. Lo que se demora cuatro meses en la cosecha sucede ahora, sólo levanta tus ojos. La rama seca y cortada florecerá y en un mismo momento todo será hecho: vida, reverdecimiento, florecimiento y fruto. En un mismo día todas tus bendiciones vendrán"