martes, 5 de julio de 2016

Dios tiene la solución


"Despide a la gente para que vaya a buscar alojamiento y comida en los campos y pueblos cercanos, pues donde estamos no hay nada. 'Denles ustedes mismos de comer' les dijo Jesús. No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar comida para toda esta gente- objetaron ellos, porque había allí unos cinco mil hombres" (Lucas 9:12-14).

Estaban en Betsaida una multitud de personas que seguían a Jesús y sus discípulos con él. Lo seguían por sus enseñanzas y milagros. Dice los versículos anteriores que les había hablado del Reino de Dios. Mateo 6:33 dice que si buscamos el Reino de Dios y su justicia todo lo demás nos será añadido. Pero parece que la enseñanza no se afirmó en los discípulos. Ellos estaban preocupados por lo natural, pusieron sus ojos en las añadiduras, pero no en el Reino; hicieron un cálculo y bosquejo natural de la situación. Estaban retirados de los pueblos, ya era tarde, no había alimento y tampoco dinero para comprar a tanta gente.

Jesús les pidió que ellos mismos los alimentaran. El sabía con que contaban en ese momento, pero lo que pretendía era que los discípulos aplicaran la enseñanza a esa situación. La palabra de Dios es un manual para que nosotros crezcamos en conocimiento y que podamos en cada situación tomar de lo aprendido para aplicarlo. Dios quiere que seamos hacedores de la palabra y no sólo oidores.

En el Reino todo está dado, Jesús estaba con ellos, porque los discípulos buscarían alternativas naturales cuando lo sobrenatural estaba dispuesto para ellos? Eso nos pasa con frecuencia a nosotros. En cada situación estamos buscando respuestas naturales, hacemos lo que nos parece, estamos guiados por las emociones, lo que en nuestra limitada posibilidad tenemos y aun queremos mover las cosas como lo dice la carne, lo que nos dicta la mente o la experiencia. Como hemos aprendido a hacer las cosas. Pero hay un ámbito en lo espiritual que se mueve en lo sobrenatural. Necesitamos empezar a dejar que sucedan cosas que ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni ha subido al corazón del hombre. Nuestros pensamientos no se parecen en nada a los de Dios. Y sus caminos son más altos que los nuestros.

Nuestra manera de resolver las cosas o la manera de creer que se resolverán limitan la acción sobrenatural de Dios.

Creamos y Esperemos expectantes lo que Dios hará sin decirle como hacerlo. El es Dios y nosotros no estábamos ahí cuando hizo la creación. El es Todopoderoso y sabe como hacer las cosas y es más, espera que nosotros nos unamos en su plan creyendo y haciendo con obras de fe, lo que nos ha enseñado.

Dios tiene una solución que no esperas, pero la tiene.

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