viernes, 22 de julio de 2016

No abandones tu sueño

«Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Les digo que sí les hará justicia y sin demora. (Lucas 18:7-8)

El Señor no deja de responder a las oraciones, al clamor de sus hijos. En ocasiones abandonamos la oración y nos conformamos con una aparente negativa de Dios. Pero no nos damos cuenta que El tiempo que Dios tome responder es el tiempo en que madura su gloria.
Marta y María las hermanas de Lazaro, le mandaron a avisar «con tiempo» a Jesús, que Lazaro estaba enfermo, pero Jesús espero a que muriera. Ellas le reclamaron que no estuvo ahí para impedir que muriera. Buscar a Jesús cuando Lázaro estaba enfermo y aún lo que le expresan a El cuando llega, indica que tenían fe en El, en su poder, pero no tenían algo.... ESPERA.
Jesús demoró su llegada a propósito para mostrar la gloria de Dios. La gloria se había manifestado en la sanidad de Lázaro, pero fue mayor en su resurrección.
Así mismo en el versículo de hoy, el Señor nos enseña que no es tener solamente fe para orar, fe en su poder, fe en su respuesta, si no también fe en la espera. El hará justicia a los que insistan como la viuda de Lucas 18.
No abandones tu oración, no abandones tu sueño, no abandones la expectativa de la respuesta divina, persiste porque entre más tengamos por «tardia» su respuesta mayor será la gloria de Dios en ti.
Jesús nunca deja nada empezado, El siempre termina lo que empieza y todo empezó con una promesa para ti. El no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse. Todo lo que El promete lo cumple.
Este mensaje es para aquell@s que se han desanimado, que han dejado de orar, que están viendo una negativa en su oración, que están pensando que Dios olvidó lo que prometió. Para quienes se sienten en condenación pensando que por alguna circunstancia o acción Dios decidió no bendecirles. Quizá piensan aún que por los momentos de incredulidad han perdido la oportunidad de recibir la promesa.
El Señor les dice está mañana: «yo no te he olvidado, te tengo esculpid@ en la palma de mi mano, lo que me has pedido esta sembrado en lo profundo de mi corazón y lo que yo te he dicho es un rotundo 'si y amén'. No mires el tiempo, mira la promesa que sin duda sucederá. No juzgues las temporadas ni razones los estándares, yo no me mido ni actúo por estadísticas o diagnósticos, yo respondo de acuerdo a mi poder y voluntad. Para mí nada es imposible. Si continuas mirando las posibilidades de acuerdo a la razón, no verás la gloria de Dios. Yo soy el Dios de los días y las noches, del cielo y la tierra, de lo posible e imposible, de lo que entiendes y lo que no, de los principios del universo y de todo lo que existe. No trates de decirme como hacerlo, confía en que sé hacerlo. No trates de arreglar las condiciones para que suceda, yo se abrir caminos donde no hay. No trates de abrir puertas para ayudarme, yo abro puertas que nadie puede cerrar. No trates de componer las cosas de acuerdo a tu razón o conocimiento, mi conocimiento es mayor que el tuyo. ESPERA, Yo estoy por llegar con tu recompensa, alabame, adorame como si ya hubieras recibido lo que esperas. Voy en camino, pronto podrás abrazar tu sueño, aunque todo esté en contra de que suceda, yo lo haré»
«Contra toda esperanza Abraham creyó y esperó y DE ESTE MODO (creyendo y esperando), llegó a ser padre de muchas naciones, TAL COMO SE LE HABÍA DICHO 'así de numerosa será tu descendencia'. Su fe no flaqueo aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía cien años y que también estaba muerta la matriz de Sara. (Romanos 4:18-19).

No hay comentarios:

Publicar un comentario