«Oren sin cesar»
Era lo que Jesús hacía mientras iba por el camino, cada vez que sanaba, liberaba, enseñaba, resucitaba.... estaba orando.
Orar es hablar con Dios y de parte de Dios. Servirle a El no es sólo llevar una palabra al púlpito, o enseñar en la escuela dominical. Orar sin cesar es un servicio permanente y constante que implica ser transformadores de los ambientes en que nos desenvolvemos estableciendo el Reino en cada persona, lugar o circunstancia a través de la Palabra.
«Yo he puesto en tu boca mis palabras. Mira hoy te doy autoridad sobre Naciones y reinos, para arrancar, derribar, destruir, demoler, para construir y plantar» Jeremías 1:9-10
En el camino lo que Jesús hacía era arrancar «la lepra» y plantaba sanidad.
En lugar de estar juzgando a los que tenemos en nuestro entorno, arranquemos con las palabras que Dios ha puesto en nuestras bocas, lo que vemos en los demás y construyamos y plantemos la verdad. Esa es una oración eficaz. Y para eso fuimos creados para bendecir y no para maldecir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario