viernes, 24 de junio de 2016


Le creo al dios de los sentimientos o al Dios de la Biblia? Esta es una pregunta que me hice hace poco.

Si analizamos un poco la humanidad siempre en una Consejería, en un compartir, en una socialización, siempre está diciendo como se siente. Y dependiendo de como se siente así son las acciones, lo que determina. Pero es bueno darnos cuenta, ser conscientes que no debemos vivir por lo que sentimos si no por los principios y por la palabra. Hay cosas que Dios manda que hagamos que no nos hace SENTIR cómodos. Hay promesas que por poderosas que suenen no logran hacernos SENTIR confiados. Hay actitudes de personas que no nos hacen SENTIR felices. Pero una cosa aprendí, caminamos por la palabra, la promesa, el propósito y no por lo que sentimos. El sentimiento es un trampolín que nos hace brincar fuera del camino.

Cuando decimos "yo siento que esto debe ser asi. Yo siento que Dios me dirige a hacer esto. Yo siento que esto se debe manejar de esta manera..... " lo que estamos diciendo es que nuestra alma es la que esta orquestado mis determinaciones y me está indicando el camino a seguir. La dirección de la presencia de Dios no es un sentir es un hacer por fe, aunque suene ilógico.

Nuestros sentimientos no nos transmiten la verdad, Satanás los usa para engañarnos y desviarnos del plan. Las emociones no son fiables, no les crea ni confíe en ellas. Responda a todo con su espíritu y deje que el Señor le llene de paz en medio de la tormenta. La seguridad no está en lo que ves o lo que tienes, la seguridad está en su presencia. Ahí es donde está la verdad y la respuesta. Erramos cuando dejamos que sean nuestras emociones las que dictaminen nuestra condición, solución y decisión.

"Señor queremos aprender a caminar por fe, por lo que no vemos pero que viene de ti. No queremos caminar por las cosas que vemos, que razonamos o que sentimos. Queremos someter nuestros pensamientos, emociones, sentimientos y pareceres a la verdad de tu presencia y hacer lo que es correcto para ti aunque a mi me parezca una locura. Se que tus pensamientos no son como los míos y que tus caminos son más altos que los míos. Perdóname cuando he decidido desde los pensamientos cortos que tengo y mis caminos pequeños que es y que no es posible que suceda. Ayúdame a mantener mi ser conectado con tu voluntad aunque afuera todo grite que no es posible"

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