lunes, 27 de junio de 2016

Dios hizo la luz


Hay momentos donde recibimos palabra, consejos, promesas en las cuales ya no creemos. Porque es tanto lo que hemos luchado con la oscuridad, con la negativa de las circunstancias. Con los planes de las tinieblas. Que no hay esperanza, fe, no vemos posibilidades. Quizá hayamos luchado mucho en este tiempo, trabajado duro sin ver frutos, sin poder recoger nada. Todo esto puede haber formado en nosotros desánimo al punto de renunciar. Desilusión, desgaste, cansancio.

Unas semanas atrás el Señor nos decía que no miráramos las circunstancias como algo malo que estaba pasando en nuestra vida si no que miráramos todo como si Dios nos capacitara para algo mayor. Para podernos entregar cosas nuevas.

Pues bien, ya es el momento de que recibas la palabra con expectativa gozosa. Ya se fue la noche y llegó el día. Cuando Dios hizo la luz en la creación dijo que separó la luz de las tinieblas. A la Luz le llamó día y a las tinieblas noche. Llegó tu día, Llegó tu luz. Se acaba tu noche, el tiempo donde estuviste tratando de cambiar esas tinieblas. Se acaba el tiempo del trabajo duro sin fruto. Se acaba el tiempo de la desilusión, de renuncia, de salir corriendo y dejar todo. Se acaba el tiempo en que no podíamos explicar nada, donde no veíamos nada. Se acaba la noche y llega un nuevo día. Ahora lo que hacías en tiempos de oscuridad y de aflicción, lo harás ahora y dará fruto. Lo que orabas y no tenía respuesta ahora la tendrás. Lo que intentabas con todas tus fuerzas ahora lo lograrás con poco esfuerzo. Se acaba la noche de aquellas palabras de bendición que recibías, pero no veías su cumplimiento. Ahora lo que Dios te diga se hará prontamente. Lo que querías votar, dejar, desistir ahora lo retomas con grandes bendiciones y respuestas. Es el tiempo en que descansarás confiadamente en su palabra. Ahora si la recibirás y al recibirla se hará lo que ella dice. Se hace la luz y viene una nueva creación. En medio del caos, el desorden, las tinieblas, se hace la luz y ahora todo será y se verá diferente.

Dios anuncia una nueva temporada de "pesca" cuando lances la red no volverá vacía si no que pescarás. "Esta vez si" verás, recibirás, tendrás el fruto de tu esfuerzo, tendrás más de lo que imaginabas, incluso podrás bendecir a otros, en especial a aquellos que te acompañaron esa noche oscura. Se cumple el tiempo. Tu entrenamiento finalizó. Ahora vas para otra temporada. Ahora dejarás todo atrás y empezarás algo nuevo. Ahora la mentalidad de oscuridad se acabó, ha venido la luz del día para alumbrar tus pensamientos. Ya no hay derrota, si no triunfo. Ya no hay fracaso si no victoria. Ante los ojos de los que te vieron renunciar, perder, caerte. Ante los que te vieron cansad@. Ante los que se burlaron, te traicionaron, te dieron la vuelta o te menospreciaron, ante los que te arrebataron y despojaron. Ante aquellos que te vieron como poca cosa... Ya no serás llamad@ abandonad@, si no "mi deleite". Ya no te dirán más desolad@, si no "mi complacencia", ya no te llamarán menospreciad@, si no "mi bendecid@"

Ahora verán una palabra de Jesús que cambiará toda tu vida. Tu vida cambiará, tendrás un nuevo nombre y camino.

"Cuando Jesús acabó de hablar le dijo a Simón: Lleva la barca hacia aguas más profundas y echen allí las redes para pescar. Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche y no hemos pescado nada. - le contestó Simón - Pero como tú me lo mandas ("en tu palabra" dicen otras versiones), echaré las redes. Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan grande de peces que las redes se les rompían. Entonces llamaron por señas a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse. Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo "apártate de mí Señor, soy un pecador " Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho. No temas, desde ahora serás pescador de hombres - le dijo Jesús - (Lucas 5:4-10).

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