"La bendición que tengo para ti es tan grande, como grande ha sido tu prueba. Has vencido. Aunque te has caído también te has levantado. Aunque has perdido la fe no retrocediste. Aunque quisiste renunciar te mantuviste. Pero ha valido la pena. Estás a punto de conquistar la mayor gloria para tu vida y al tenerla vas a decir 'no es por mi, es que Dios me sostuvo'. Me gloriaré en ti para yo ser glorificado. Nadie daba nada por ti ni por tu situación, pero ahora verán mi poder. Estás llegando a la meta del SUPREMO llamamiento. Corriste la carrera y a pesar de tus caídas, de los errores, de los golpes, las heridas, pelaste para llegar a la final.
Has calificado no solo para bendición si no para recibir la mayor revelación. Alcanzarás otros niveles de recompensa. Ganaste el desafío. Te sientes cansad@, desgastad@, pero eso no importa, lo que importa es no haber retrocedido. Mi Hijo lloró, sudó gotas de sangre, me pidió no pasar por esa prueba, me reclamó porque lo había abandonado, pero llegó a la gloria, tu también llegarás a ella. Tu recompensa será que todo lo que ahora es un reto, un desafío para ti, se convertirá en tu mayor logro.
Tu problema se convertirá en Oasis, así como Agar y su hijo desfallecían en el desierto y les fue abierto un oasis, así tomarás del agua del pozo de la recompensa. Lo que nadie espera ni siquiera tú, es lo que recibirás. Tu llanto se convertirá en risa. En un día te llegará todo. Así como hubo un tiempo de angustia y sucesos desafortunados uno detrás del otro, así vendrá bendición una detrás de otra. Y lo mejor es que será tan grande que podrás bendecir a otros.
Te acostarás una noche en luto y te levantarás en alegría".
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