miércoles, 31 de agosto de 2016

Las promesas de Dios

En la historia de Abraham se determina un pasado y un presente, con respecto a la promesa. La promesa siempre fue «te daré un hijo y grande será tu descendencia»

Sin embargo Abraham tuvo un hijo con la esclava, Ismael y el Señor le ordenó que la echara con su hijo.
Posteriormente llegó Isaac, el hijo de la promesa.
Aquí podemos determinar que el pasado está ligado con cosas que fueron y ya no serán más, como Agar e Ismael. Aunque pueden haber cosas que sucedieron en el pasado que siguen siendo tu presente como Isaac.
Lo que el Señor quiere decirte es que la promesa de Él, jamás será un pasado para ti, aunque pase el tiempo que pase, siempre será un presente, porque es su voluntad que viene del cielo y ahí no hay tiempo.
No creas que porque pasa el tiempo, porque no se han cumplido sus promesas, porque el enemigo ha obstaculizado las cosas, porque has envejecido o ha pasado el momento, esas promesas no se cumplirán.
Las promesas de Dios están señaladas en un eterno presente, porque el nunca olvida lo que ha dicho.
«Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita. Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas» Josué 23:14

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