Tal vez el pasado ha sido tu grillete. Las personas que te han rodeado han sido tu estancamiento. Tus mismos pensamientos han sido tu obstáculo; Y las circunstancias el desvío de tu camino original; pero aunque sea una realidad para ti, Dios tiene otra.
El Dios de la Zarza ardiente, que se apareció a Moisés para cambiar su pasado, para hacerlo volver donde fue condenado, para cambiar su mentalidad limitante, para quitar los obstáculos humanos y posicionarlo en el plan divino. El Dios que planeó que Moisés fuera el Libertador del pueblo de Israel, es el mismo Dios que hoy te dice:
"Yo soy el Señor y voy a quitarles de encima la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud. Voy a liberarlos con gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia. Haré de ustedes mi pueblo y yo seré su Dios, que los libró de la opresión de los egipcios. Y los llevaré a la tierra que bajo juramento prometí darles a Abraham, Isaac y Jacob. Yo, el Señor, les daré a ustedes posesión de ella" (Éxodo 6:6-8)
Las circunstancias en la vida de Moisés trataron de desviar el plan divino, sin embargo, Dios fue a buscarlo donde estaba para llevarlo al cumplimiento de sus designios.
No importa donde te encuentras ni en que situación, debes saber que el Dios poderoso conoce tu dirección y no ha olvidado el propósito. El te meterá en el lugar correcto y te pondrá en la tierra de bendición.
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