miércoles, 14 de septiembre de 2016

CUANDO TE ENSUCIEN..... CALLA

Una golondrina creyó que sería mucho trabajo viajar al otro extremo del planeta para evitar el invierno. Se dijo: “Puedo desafiar al frío, no será tan difícil”. Cuando todas las demás golondrinas emprendieron el viaje hacia el norte, ella se quedó a esperar el invierno.
Cuando comenzaron las nevadas, cambió de opinión. Nunca había sentido tanto frío y no podía encontrar comida. Finalmente comprendió que, si no volaba rápido, no vería la próxima primavera. Entonces emprendió su solitario viaje. De pronto, comenzó a llover. Antes de que se diera cuenta, el agua se estaba convirtiendo en hielo en sus alas. Sabía que iba a morir, así que dejó de aletear y cayó al suelo.

Mientras yacía inmóvil, una vaca derramó bosta sobre ella. La golondrina se puso de mal humor. “Aquí estoy, con frío, a punto de morir y, como si fuera poco, me cae esto encima. ¡Qué horrible forma de terminar mis días!”, dijo.
Unos minutos después, descubrió que ocurría un milagro. Se estaba calentando. El hielo de sus alas se derretía y la sangre fluía nuevamente. Sobre-viviría.
Estaba tan contenta que comenzó a cantar. Un zorro montés la escuchó y no podía creerlo; no había oído algo igual desde hacía algunos meses: “¿No es un pájaro? Pensé que todos se habían ido por el invierno”, dijo el zorro. Corrió hasta donde estaba la golondrina; se acercó y la sacó suavemente del desecho de la vaca; la limpió... ¡y se la comió!


Hay tres moralejas en este cuento:
1. No todo el que te ensucia es enemigo.
2. No todo el que te limpia es tu amigo.
3. Si alguien te ensucia, calla.

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