domingo, 30 de octubre de 2016

La Semilla que Dios activa

La promesa es una semilla que Dios activa en nuestra vida. Lo que debemos preguntarnos hoy es ¿que hacemos con esa semilla?
El sembrador la siembra y pacientemente espera que venga la lluvia de otoño y de primavera y que dé sus maravillosos frutos dice:Santiago 5:7.
Sin embargo, nosotros enviados a labrar y cuidar nuestra tierra como lo dice el Señor en Génesis 2:15. La sembramos hoy y queremos el fruto mañana. No cuidamos la semilla, no la protegemos de los chulos y la desarraigamos cada vez para probar en otro terreno. Esta semilla de esta manera, no dará fruto.
El Señor quiere que creas, hables y esperes conforme a lo que te ha dicho. Que seas fiel a Él, que te despiertes y dejes de dormitar en la ignorancia y en la impaciencia y que tomes acción con expectativa gozosa como lo hace el sembrador. Lo que Dios sembró en ti a través de sus promesas, es lo que vas a recoger. Aunque aun no lo veas, recuerda que la semilla bajo tierra, donde no lo ves, es que se desarrolla. De repente brotará ese pequeño tallo evidenciando vida en aquello que has esperado.

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