sábado, 22 de octubre de 2016

𝔼𝕝 𝔻𝕚𝕠𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕣𝕠𝕞𝕡𝕖 ℝ𝕖𝕘𝕝𝕒𝕤

No puede ser que tengas una guerra y que al final salgas con las manos vacías, con lo mismo o con menos de lo que entraste en ella. Las guerras son para posicionarte y entregarte lo que el enemigo ha querido quitar. No te conformes con menos. Pelea tu batalla con los ojos puestos en la victoria y en un final mejor de lo que puedas esperar.
Una mejor persona serás. Tendrás un mejor matrimonio. Dios te dará una pareja mejor, unos hijos más devotos de Dios. Un trabajo mejor remunerado. Una honra mayor delante de tus enemigos. Un final que no esperas. Porque Dios siempre da el doble por cada dificultad. (Zac 9:12)
"Somos MÁS que vencedores, por medio de Aquél que nos amó"


Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario