Jeremías 1:11-12
“La palabra de Jehová
vino a mí,
Diciendo: ¿Qué ves tú,
Jeremías?
Y dije: Veo una vara de
almendro.
Y me dijo Jehová: Bien
has visto;
Porque yo apresuro mi
palabra para ponerla por obra.”
En hebreo, tanto el
árbol como el fruto
reciben el mismo nombre
(«shaqed»).
Se deriva de una raíz
que significa «apresurarse»,
y que se ajusta mucho a
su naturaleza,
Porque es el primer
árbol en florecer,
Como precursor de la
primavera.
El profeta vio un
almendro,
y Jehová le dijo: «Bien
has dicho,
Porque yo apresuro mi
palabra para ponerla por obra.»
El único que puede
apresurar su palabra es el mismo Dios
no hay poder debajo del
cielo que pueda obligar
o apresurar la voluntad
de Dios sino él mismo.
Aunque la revelación que
iba a recibir Jeremías
No eran para saltar de
gozo sino más bien un llamado
al arrepentimiento, Dios
hace la advertencia
Que todo lo que va a
revelar o la palabra que va a declarar
No es para muchos días,
ni se tardará,
Sino que vendrá
velozmente se apresurará,
así como se apresura en
florecer el almendro.
En relación a la vara de
Aarón que floreció en una noche
Representa la aprobación
de Dios en su vida,
en su ministerio lea por
favor Números 17:8.
La pronta respuesta de
Dios en su vida no se hará esperar
y cuando Dios haga
florecer y tener frutos en su vida
a través de su Palabra
entonces todos entenderán que usted
ha sido aprobado por
Dios.
Como el almendro se
apresura a despertar de su letargo invernal
Para florecer y echar
frutos;
Así mismo la Palabra de
Dios se apresurará sobre su vida,
Sobre su necesidad,
sobre su aflicción,
sobre su dolor, su
enfermedad para hacerle florecer
y para que lleve fruto
de bendición.